La
asociación Periodistas Especializados en Música, Ocio y Cultura (PEMOC),
recientemente creada, está preparando una campaña navideña en la que
recogerán discos de Operación Triunfo o sucedáneos (como Popstars)
para cambiarlos por discos "de verdad". De esta forma denuncian “las
abrumadoras campañas de marketing para lanzar artistas prefabricados”
y el enorne daño que OT causa a la música, con el apoyo de una
televisión pública que está pagada por toda la ciudadanía.
Convocarán para ello a una serie de actos en Madrid (todavía está sin
determinar la fecha y el lugar exactos), en los que invitarán a los
fans de OT que quieran entrar en razón a “explorar otras opciones
musicales”, con una oferta cargada de futuro: si les entregan sus
discos de OT, comprados en grandes superficies, podrán llevarse a
cambio el que elijan de entre los que pondrán a disposición del
público. Todos serán “hechos por artistas originales, músicas cuyo
valor va más allá de las maniobras comerciales, del morbo del cotilleo
o del efecto hipnótico de la pantalla del televisor”.
La asociación de periodistas quiere denunciar con todo esto “las
abrumadoras campañas de marketing para lanzar artistas prefabricados”,
con el apoyo de la televisión pública, aquella que pagamos entre todos
con nuestros impuestos, para la promoción sin precedentes de un
negocio estrictamente privado. Pide que la música sea considerada “un
bien cultural y no un mero objeto de rentabilidad inmediata”, y acusan
a programas como OT de estar causando “un daño enorme a la música como
arte”.
La PEMOC es una asociación de reciente creación, como plataforma para
defender los derechos de los profesionales de la información en el
ámbito de música, ocio y cultura, y agitar un mercado en sus momentos
más bajos debido, entre otras cosas, a la implantación de los peores
sucedáneos y al dirigismo cultural imperante. Esta campaña significará
en la práctica su presentación en sociedad, de cara a otros proyectos
en los que planean abordar cuestiones como la reivindicación de la
figura periodística del especialista.
Tampoco quieren estar al margen de la reciente polémica sobre el
problema del pirateo, desde una postura que no gusta a las grandes
casas de discos. Su propuesta en este sentido pasa por asumir que no
se puede resolver exclusivamente desde el ámbito policial. Entienden
que se trata de un fenómeno complejo que requiere un estudio sereno y
minucioso de las causas, entre las que señalan la desaparición de los
pequeños puntos de venta de barrio, a favor de la concentración en
grandes superficies; o la estructura de producción y distribución de
las multinacionales, que encarece artificial e innecesariamente el
precio –“innegablemente alto”– de los CDs.
Mientras trabajan en la planificación de su campaña contra OT, que
tendrá su punto álgido en la temporada de ventas navideñas, todavía no
han decidido qué hacer con los discos que recojan. Al parecer,
legalmente se consideraría delito el que los destruyeran, fuera cual
fuera el método utilizado. Si no, su primera opción habría sido
aplastarlos con una apisonadora industrial en un acto público, pero
desgraciadamente han tenido que descartarlo.
Para obtener más información o enviarles alguna sugerencia al
respecto, su dirección de correo electrónico es: mailpemoc@terra.es
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